En podcasts anteriores les prometí contarles algo sobre la historia de los puros, de los cigars toscanos, que es muy interesante. Una historia pues que pueden investigar un poco más por su cuenta porque es interesante y hay muchos detalles, pues se la voy a resumir según la recuerdo.
Pero por ahí, a principios de los años 1800, en Italia compraban hojas de tabaco de Kentucky de Estados Unidos y las importaban para producir puros, para lo cual se invertía mucho dinero. Pero en el verano del año 1815, mientras secaban hojas de tabaco, cayó un aguacero torrencial y se podría decir que arruinó todas estas hojas que se empezaron a fermentar a una velocidad inesperada.
Esto produjo algo de estrés o pánico entre las personas que habían invertido toda esa fortuna en estas hojas y, con el riesgo de crear un desastre económico por todo este tabaco perdido, decidieron ponerse creativos y ver qué hacían. Así que colgaron todo este tabaco en una especie de vegas y prendieron fuegos debajo para poderlo secar con el humo y el calor. Le dieron por ahí unos 10-15 días de secado bajo este fuego y humo, lo cual sí logró secar las hojas, pero les dio un olor súper ahumado, así tipo barbecue.
Ellos realmente no le tenían mucha esperanza a esto, pero dijeron: "bueno, váyanse a vender esto a Florencia a ver si alguien lo compra por lo menos para recuperar nuestro dinero y no quebrar, no tener un golpe económico muy fuerte". Los enrollaron de una forma extremadamente rústica y los tiraron al mercado a ver si pudieran recuperar algo de dinero.
Para sorpresa de ellos, estos tabacos fueron un exitazo y así nació no solamente el toscano, sino que nació el Kentucky Fire Cured Tabaco, que hoy día inclusive es utilizado en puros en el nuevo continente por un sabor muy distinguido, distinto que le da a los puros.
Así que hoy día se siguen produciendo, hay una gran línea de tabacos toscanos. Son tabacos muy tough, muy fuertes, muy resistentes. De hecho, les conté en la anécdota anterior que es un puro que lo puedes tirar en la cajilla de guantes del auto y dos meses después está perfecto; no tienes que tenerlo en el humidor. De hecho, no recomiendo ponerlos en los humidor con el resto de tus puros porque ese olor ahumado se le pega a todo.
Es un puro tan bien construido que también les conté anteriormente que tú los puedes partir en dos para compartirlo y no se desenrolla como el resto de los tabacos. Así que es la historia de los toscanos, espero que les guste y si estos podcasts les gustan, pues compártanlo con sus amigos. Hasta la próxima.